Procrastinar… ¡si! tooooodos alguna vez vamos por la vida posponiendo una y otra vez las actividades que sabemos que nos acercarán a nuestras metas.. No te culpo, yo también lo he hecho: descuidé sin perdón de Dios mis redes sociales, mi blog y le eché la culpa al trabajo, ¡Si! me escudaba en el hecho que no tenía tiempo porque el trabajo con mis clientes me absorbía.
La procrastinación es uno de los principales problemas que afrontamos los emprendedores: al ser dueños de nuestro tiempo vamos por el día posponiendo una y otra vez las cosas que debemos hacer y al final de día nos damos cuenta que no hemos avanzado nada.
El mal hábito de procrastinar: ¿Cómo arruina tu carrera como emprendedor?
En pequeñas cantidades, la procrastinación parece inofensiva, sin embargo, cuando se vuelve el día a día de tu emprendimiento puedes:
- Ganar una mala reputación con los compañeros de trabajo, amigos y familia.
- La pérdida de tu ambición de tener éxito o lograr metas importantes.
- No tener los resultados que esperas, quieres o el choque de expectativas.
- Puede amenazar tu bienestar si se trata de una tarea relacionada con la salud (como un chequeo anual o empezar a hacer ejercicio).
- Las cosas se ponen peor, porque procrastinar puede afectar tu autoestima y estado de ánimo.
De no hacer algo al respecto, el hábito de la procrastinación inunda otras partes importantes de nuestras vidas: evitar una conversación difícil sólo prolonga el conflicto. Y posponer una decisión importante en la vida, como separarse, hacer un compromiso serio, o cambiar de trabajo, puede hacer que vivas insatisfecho de por vida.
Pero, si reconocemos que existen estas consecuencias ¿por qué seguimos procrastinando?
- Por qué la actividad no es un hábito (y entra en conflicto con otros hábitos).
- Queremos tener una recompensa instantánea.
- Sobre-estimamos nuestra productividad futura.
- Nuestras expectativas no encajan con la realidad.
- Tenemos miedo a fracasar.
Cuando procrastinamos, en realidad no es que dejemos de trabajar en algo, lo que realmente ocurre es que nos volvemos sumamente productivos en otras tareas que no son importantes en ese momento.
Cambiamos esa actividad por otra que nos mantenga ocupados, por eso, esta estrategia funciona.
La estrategia perfecta para dejar de procrastinar
1. Empieza haciéndolo
Si siempre piensas en el trabajo y en todo lo que tienes que hacer para terminarlo, no serás capaz de lograr nada. En lugar de perder el tiempo, empieza a hacerlo. Si pospones las cosas, te darás cuenta de que cada vez tienes menos tiempo para hacerlas e incluso hasta podrías cometer errores. ¡Sé inteligente, ahórrate dolores de cabeza en el futuro!
2. Divide y vencerás
Una de las razones por las que posponemos las tareas es porque las vemos tan grandes que serían imposibles de lograr. Para hacerlo más fácil divide en partes. Será mucho más fácil y simple que inmediatamente comenzarás a trabajar sobre ello.
3. Agenda tus pendientes
Dividir el trabajo en pequeñas tareas incluye realizar un cronograma y una lista de pendientes para estar seguro de que podrás hacer todo en el tiempo adecuado. También tienes que ver cuál de ellas es más importante y darle prioridad sobre las demás. Recuerda que todo lo que escribas en el cronograma lo debes de cumplir para poder completar todo el proyecto. También puedes incluir plazos para cada tarea pero debes imponerte tú mismo tus propios plazos. Aquí te explico como puedes apoyarte en herramientas digitales.
4. Busca un ambiente apto
Si ya sientes que estás cansado de estar sentado en la misma silla y de ver las mismas cosas en tu área de trabajo, es momento de salir a buscar un lugar diferente para trabajar. Hay veces que el entorno se vuelve un factor importante para la procrastinación. Busca un lugar donde te sientas inspirado y motivado para trabajar: Inspírate y Despéjate.
5. Acaba con las distracciones
Hay veces que no importa qué tan concentrado estés, puedes dejar de estar trabajando por ciertas distracciones de las que ni te das cuenta cuáles son. Acaba con aquello que te pueda llevar a procrastinar. Sé consciente de tus acciones. No te distraigas con youtube, instagram o facebook.
6. Evita el estrés
El estrés es una de las principales razones de la procrastinación. Si estás todo estresado no tendrás buen rendimiento mientras trabajas y terminarás posponiendo las cosas. Asegúrate de disfrutar tu trabajo, duerme suficiente, come saludable, practica algún deporte o ejercicio y haz uso de tu tiempo sabiamente. Cumplir con estas prácticas te harán verdaderamente disfrutar tu trabajo. Sin duda alguna si encuentras felicidad en lo que haces, serás capaz de hacerlo y terminarlo de la manera correcta e inmediata.
7. Termina tus tareas
Si no das el primer paso para empezar un proyecto, no serás capaz de terminarlo. Ni el proyecto ni cualquier otra cosa. No terminarlo sólo va a empeorar las cosas, desperdiciarás todo el trabajo realizado anteriormente. Tampoco te la pases saltándote tareas. ¿Recuerdas que dividiste el trabajo en partes pequeñas? Termina una por una antes de concluir con la siguiente. Si no la terminas te tienes que regresar donde te quedaste.
Estos son los tips que me ayudan en mi día a día. Trata con todas tus fuerzas de aplicarlos, se que te sentirás mejor y tendrás mayor motivación para hacer tu trabajo. si tienes algún otro consejo para dejar de procrastinar ¡Cuéntame en los comentarios! y no te olvides de compartir.
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