Recuerdas el popular “Pienso, luego existo”. Pues hoy en este articulo mi objetivo no es existencial y es porque quiero que entiendas que la premisa básica de tu negocio debe ser Escribo luego vendo.
Hablemos de lo que pasa por la zona gris, ¿Qué es lo que pasa allí cuanto tienes que empezar a vender tu proyecto personal? Porque si, se que en tu cabeza lo imaginas muy sencillo,pero a la hora de expresarte se te nubla la mente y es verdad hasta a mí me pasa, porque vender es, ante todo, comunicarte.
Escribo luego vendo: 5 sentencias simples de aplicar de la escritura que vende.
Se lo que sientes: quieres expresar tu valor para que quienes te lean (o te escuchen) perciban el beneficio de lo que estás ofreciendo. Muchas ideas ardiendo en tu imaginación y aún no has logrado transformarlas en palabras. Si estás claro que las palabras tienen valor imperioso en tu negocio, comprenderás que tu mantra emprendedor es “escribo luego vendo”. Veamos:
- Tener un plan de negocio es fundamental.
- Definir a tu cliente ideal es una aspiración loable.
- Hacer el dichoso análisis DAFO tiene lo suyo de esclarecedor.
Pero tu y yo sabemos que todo eso te lo puedes tirar a la basura si llega el momento de comunicar el valor de tus productos y servicios y no encuentras las palabras correctas… Si tu respuesta fue si, entonces, bienvenida, el copywriting es un mundo que apasiona, emociona y persuade y cuando tú quieres te compran porque sencillamente tu objetivo fue vender sin vender.
Vender es comunicar.
Así de simple. Hasta que no aprendas a comunicarte con los otros mortales no vas a poder venderles ni un caramelo. Aprender a comunicar tiene sus secretos. No es una tarea para iniciados, sin embargo, tiene sus tácticas y estrategias. ¿Qué te parece si comparto contigo algunos de estos trucos de escritura persuasiva? Vamos punto por punto, cinco trucos de escritura persuasiva:
1- Gramaticalidad y Aceptabilidad.
Si tu mensaje es escrito es elemental el uso de la puntuación. Una coma mal colocada cambia una vida. La diferencia entre: “No, es culpable y “No es culpable”, pueden ser años en una cárcel. Todo, por una rayita que genera una pausa en la lectura y cambia el sentido de lo que se comunica. Imagínate lo que una coma mal puesta o unos signos de exclamación mal usados pueden hacerle a tu vínculo con un cliente.
Lo mismo podría decir respecto a los signos de interrogación y exclamación. El texto que estás escribiendo tiene en tu imaginación la entonación propia a su intención. De eso no tengo dudas. Tampoco tengo duda alguna de que tu lector no adivina el pensamiento y, salvo que utilices los signos gramaticales correspondientes, no tiene forma de adivinar si “Te espero a las ocho” es una afirmación, una exclamación o una pregunta.
2- Contenido conversacional: No seas el androide.
Mantenerte coloquial. La mejor estrategia para tus textos de marca es iniciar y sostener una conversación con tu público objetivo. Para ello es tan importante expresar tu mensaje de todas las formas posibles como aprender a escuchar lo que el público dice con sus propias palabras respecto a tu producto o servicio.
No te llenes de tecnicismos innecesarios que solo comprenden quienes comparten tú mismo nivel de conocimiento de un tema. ¿Por qué? Porque una persona que sabe lo mismo que vos sobre un tema, ciertamente no es tu cliente ideal. Por lo tanto, no va a ser quien te compre.
3- Escribir en positivo y con voz activa.
Quiero que lo repitas hasta que quede grabado a fuego en la memoria: “La voz pasiva me perjudica” “La voz pasiva me perjudica”, “La voz pasiva me perjudica” Cuando lo tengas tatuado en el cerebelo, entonces, síguelo repitiendo un rato más porque no hay nada más contraproducente para la escritura persuasiva que la voz pasiva.
¿Qué es la voz pasiva? Es un tipo de construcción gramatical que coloca al sujeto en una posición pasiva. Utilizando la voz pasiva diríamos: “Se vende X” cuando lo cierto es que para que algo se venda, necesito un sujeto que realice la acción: “Vendo X”. En este ejemplo en particular, ceder a la voz pasiva encubre el pudor de vender en primera persona: “escribo luego vendo”.
¿Un truco simple para solucionar la pasividad del sujeto? Pensar en primera persona, en presente y en modo indicativo: “Vendo formación para emprendedoras”. Escribo luego vendo y lo hago en presente, hablándole a mi audiencia en su momento presente. Por si te habías ilusionado: es una fórmula gramatical. Por el momento no tengo solución en forma de pastillas para poner en acción a ciertos sujetos. Una pena.
4- Concisión: Cortito y al pie.
Nada atenta contra la comunicación online como los grandes bloques de texto. Evitemos: párrafos extra-large sin signos de puntuación y sin espacios en blanco para descansar la vista. Los párrafos extensos abruman a un lector exigido por la lectura online, mucho más si está leyendo desde su teléfono. Mejoran tus post, mejora tu forma de comunicarte si seguís las siguientes sugerencias:
- Cada párrafo expresa una -y solo una- idea.
- Los lectores centran su atención al comienzo y al final de los párrafos, allí deberían concentrarse tus ideas fuerza.
- Un párrafo de 100 palabras (4-5 enunciados) ya es extenso para la lectura online.
- Es aconsejable separar los párrafos con espacios en blanco, guiones, negritas, etc.
5- Llamar a la acción: Directo y sin marearla.
No te vayas por las ramas. Enfócate en el propósito de la comunicación y exprésalo de forma llana, simple y sin demasiados adornos. Especialmente cuando tu objetivo sea llegar a una audiencia que no tiene ni tiempo para perder. Ni paciencia para descifrar tus enigmas.
Por otra parte, que todos tus textos interpelen al lector con una “llamada a la acción“. Y ojo: eso no significa que todos tus textos tienen una oferta de compra. Nada más lejos de lo que quiero que comprendas. La idea es que en cada pieza textual para tu audiencia pienses en dedicar un párrafo a interpelar a tu lector con una acción concreta. Que puede ser desde responder una pregunta hasta suscribirse a tu lista.
Me despido recordándote que lo más importante en tus textos no eres tú, ni tu producto o servicio y para tu sorpresa, tampoco tu lector. ¿Qué es lo importante entonces? Te cuento: la sinergia de estos elementos. Porque una venta se produce en el momento mágico en el que confluyen tu propuesta y un cliente que necesita una solución que resuelva su problema.
En última instancia, vender es un acto de servicio. Y se concreta escribiendo. Recuérdalo: escribo luego vendo. Cuéntame en los comentarios cuál de las cinco estrategias de escritura puedes comenzar a usar hoy mismo.